Érase
una vez, un angelito de la guarda (puede ser ello o ella, a gusto del
consumidor). Ha sido nombrado recientemente Ángel de la Guarda de
Salto del Ángel y su maestro le está enseñando la última lección
antes de dejarlo a su libre albedrío. Su última lección consiste
en enseñar a su pupilo cómo ayudar a los mortales sin que se den
cuenta, así como a las almas de los difuntos con asuntos pendientes.
Parte del motor del juego consiste en eso, en ayudar a los demás
(llámense “Misiones”). Ayudar al prójimo genera
“benevolesencia”, el alimento del Gran Árbol del Mundo,
Yggdrasil, que está en la cúspide del Observatorio (el hogar de los
ángeles o celestiales). Los celestiales llevan toda su existencia
alimentando a Yggdrasil, esperando que dé sus frutos pues, según
una antigua profecía, cuando el Gran Árbol del Mundo dé fruto,
aparecerá el Expreso Celestial y serán llevados al Reino del
Todopoderoso. Y así, como no puede ser de otra manera, con el
granito de arena que aporta este ángel guardián novato, ocurre lo
que tanto tiempo llevaban ansiando: Yggdrasil da fruto, los Yggos.
Cuando
el Expreso Celestial está apunto de aterrizar en el Observatorio,
unos cuantos rayos y haces de luz procedentes del Protectorado (es
decir, de abajo, el Reino de los Mortales) provocan varias cosas a la
vez: primero, el Expreso cae fulminado por uno de ellos; segundo,
otro daña al Observatorio; y tercero, al ser dañado el
Observatorio, el angelito se cae (junto con los Yggos, que acaban
esparcidos por el mundo de los mortales). Y mientras el angelito cae,
sale el título del juego.
Amanece
un día y el angelito está observando su propia estatua en Salto del
Ángel (es una piedra con forma de ángel que tiene grabado el
nombre del Ángel de la Guarda del lugar, la piedra siempre tiene la
misma apariencia en todos los lugares). Ha perdido su halo y sus
alas, ya no parece un ángel. Sin embargo, sigue conservando la
capacidad de ver cosas que los mortales no, como las almas de los
difuntos o la locomotora del Expreso Celestial que encuentra en su
primera incursión fuera del pueblo. Posteriormente, el desalado
celestial tiene que reunir “benevolesencia” (que no ve, por
cierto) para, entre otras cosas, poner en marcha el Expreso y poder
volver al Observatorio, donde le encomendarán la misión de
recuperar los Yggos...
La
trama es más profunda de lo que pueda parecer, y como merece la pena
ir descubriéndola poco a poco, según van revelando algo más, no
voy a profundizar en ella. Solamente diré una cosa más: detrás de
los rayos y haces de luz que sacudieron el Observatorio hay alguien,
alguien con una historia detrás que lo lleva a querer la destrucción
del mundo entero.
Ahora
vamos con los gráficos y otros detalles técnicos del juego. Los
gráficos están en 3D, salvo alguna escena ocasional (creo recordar
que eran dos) en la que introducen una secuencia en 2D (es una animación normal y
corriente de dibujos). El diseño de personajes y monstruos corre a
cargo del gran Akira Toriyama (conocido autor de Dr. Slump y Dragon
Ball). Los nombres de los lugares, personajes secundarios y monstruos
forman, la mayoría de las veces, juegos de palabras, por lo que
varían de un idioma a otro. El desarrollo de los personajes va por
niveles, sí, pero también por vocaciones (según la vocación
tendrán habilidades y conjuros diferentes). Al completar el juego,
es decir, al vencer al malo final, tienes la posibilidad (si dispones
de conexión Wi-Fi y si Nintendo no lo ha anulado a estas alturas) de
ahondar más en el juego, conseguir personajes especiales y
desbloquear historias que complementan la trama. También, gracias a
la conexión Wi-Fi, visitarán el mundo de DQ9 antiguos personajes de
entregas anteriores de DQ.
¿Qué
más decir del juego? Pues que resulta algo complicado terminar todas
las misiones que aparecen en el juego (sobre todo las descargables),
pues requieren muchas de ellas que te aventures en mazmorras para dar
caza a monstruos raros y fuertes, por no hablar de las mazmorras que
tienen como único villano a un malo de una entrega anterior de DQ.
También resulta algo complicado hacerse con el equipamiento especial
que dejan los jefes de mazmorra, pero sé que hay trucos para
conseguirlo. Hay objetos raros difíciles de conseguir, pero en
definitiva el juego merece mucho la pena.
Sobresaliente
Por su trama.
Por sus gráficos.
Por su fácil manejo.
Justo estaba pensando en escribir algo sobre este gran juego en mi blog.
ResponderEliminarUn analisis/ critica muy acertado, que espero que mas gente llegue a leer y algunos incluso a jugar el juego.
Por cierto feliz navidad