sábado, 23 de marzo de 2013

Dragon Quest IX: Centinelas del firmamento




Érase una vez, un angelito de la guarda (puede ser ello o ella, a gusto del consumidor). Ha sido nombrado recientemente Ángel de la Guarda de Salto del Ángel y su maestro le está enseñando la última lección antes de dejarlo a su libre albedrío. Su última lección consiste en enseñar a su pupilo cómo ayudar a los mortales sin que se den cuenta, así como a las almas de los difuntos con asuntos pendientes. Parte del motor del juego consiste en eso, en ayudar a los demás (llámense “Misiones”). Ayudar al prójimo genera “benevolesencia”, el alimento del Gran Árbol del Mundo, Yggdrasil, que está en la cúspide del Observatorio (el hogar de los ángeles o celestiales). Los celestiales llevan toda su existencia alimentando a Yggdrasil, esperando que dé sus frutos pues, según una antigua profecía, cuando el Gran Árbol del Mundo dé fruto, aparecerá el Expreso Celestial y serán llevados al Reino del Todopoderoso. Y así, como no puede ser de otra manera, con el granito de arena que aporta este ángel guardián novato, ocurre lo que tanto tiempo llevaban ansiando: Yggdrasil da fruto, los Yggos.
Cuando el Expreso Celestial está apunto de aterrizar en el Observatorio, unos cuantos rayos y haces de luz procedentes del Protectorado (es decir, de abajo, el Reino de los Mortales) provocan varias cosas a la vez: primero, el Expreso cae fulminado por uno de ellos; segundo, otro daña al Observatorio; y tercero, al ser dañado el Observatorio, el angelito se cae (junto con los Yggos, que acaban esparcidos por el mundo de los mortales). Y mientras el angelito cae, sale el título del juego.
Amanece un día y el angelito está observando su propia estatua en Salto del Ángel (es una piedra con forma de ángel que tiene grabado el nombre del Ángel de la Guarda del lugar, la piedra siempre tiene la misma apariencia en todos los lugares). Ha perdido su halo y sus alas, ya no parece un ángel. Sin embargo, sigue conservando la capacidad de ver cosas que los mortales no, como las almas de los difuntos o la locomotora del Expreso Celestial que encuentra en su primera incursión fuera del pueblo. Posteriormente, el desalado celestial tiene que reunir “benevolesencia” (que no ve, por cierto) para, entre otras cosas, poner en marcha el Expreso y poder volver al Observatorio, donde le encomendarán la misión de recuperar los Yggos...
La trama es más profunda de lo que pueda parecer, y como merece la pena ir descubriéndola poco a poco, según van revelando algo más, no voy a profundizar en ella. Solamente diré una cosa más: detrás de los rayos y haces de luz que sacudieron el Observatorio hay alguien, alguien con una historia detrás que lo lleva a querer la destrucción del mundo entero.
Ahora vamos con los gráficos y otros detalles técnicos del juego. Los gráficos están en 3D, salvo alguna escena ocasional (creo recordar que eran dos) en la que introducen una secuencia en 2D (es una animación normal y corriente de dibujos). El diseño de personajes y monstruos corre a cargo del gran Akira Toriyama (conocido autor de Dr. Slump y Dragon Ball). Los nombres de los lugares, personajes secundarios y monstruos forman, la mayoría de las veces, juegos de palabras, por lo que varían de un idioma a otro. El desarrollo de los personajes va por niveles, sí, pero también por vocaciones (según la vocación tendrán habilidades y conjuros diferentes). Al completar el juego, es decir, al vencer al malo final, tienes la posibilidad (si dispones de conexión Wi-Fi y si Nintendo no lo ha anulado a estas alturas) de ahondar más en el juego, conseguir personajes especiales y desbloquear historias que complementan la trama. También, gracias a la conexión Wi-Fi, visitarán el mundo de DQ9 antiguos personajes de entregas anteriores de DQ.
¿Qué más decir del juego? Pues que resulta algo complicado terminar todas las misiones que aparecen en el juego (sobre todo las descargables), pues requieren muchas de ellas que te aventures en mazmorras para dar caza a monstruos raros y fuertes, por no hablar de las mazmorras que tienen como único villano a un malo de una entrega anterior de DQ. También resulta algo complicado hacerse con el equipamiento especial que dejan los jefes de mazmorra, pero sé que hay trucos para conseguirlo. Hay objetos raros difíciles de conseguir, pero en definitiva el juego merece mucho la pena.
Sobresaliente

Por su trama.
Por sus gráficos.
Por su fácil manejo.



1 comentario :

  1. Justo estaba pensando en escribir algo sobre este gran juego en mi blog.
    Un analisis/ critica muy acertado, que espero que mas gente llegue a leer y algunos incluso a jugar el juego.
    Por cierto feliz navidad

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