Buenas a todos, Mordaz al habla. Empiezo ahora con los exámenes de recuperación de Julio (¿a quién se le ocurrió la genial idea de pasarlos de Septiembre a Julio? ¬¬), pero voy a hablaros de un juego que me marcó bastante cuando lo jugué, ya que a mi me encantan todos los juegos de estrategia de este estilo, llevar un país a la gloria, o a la más absoluta ruina xD
El juego comienza en 1453 justo después de la Caída de Constantinopla y continúa hasta 1793, pasado el inicio de la Revolución francesa. El jugador controla una nación y maneja los aspectos relacionados con la guerra, la diplomacia, comercio y la economía.
Existen cuatro expansiones del juego con las que podremos añadir nuevos escenarios, como alargar el año de fin y poder vivir las guerras napolónicas, o retrasar el año de inicio para poder hacer resurgir al Imperio Bizantino.
El sistema de juego es bastante sencillo de entender, no suele ser complicado encontrar las opciones para manejar nuestros dominios, lo difícil es poder mantenerlos, ya que las revueltas, las guerras, enfermedades, no tener heredero a la corona y otros factores imprevisibles que nos irán apareciendo en la partida, nos dificultarán la partida una barbaridad, en el cuál es un todo o nada, puedes estar 20 años en la más absoluta paz, pero venirte una guerra y empezarte todos y cada uno de los problemas, con lo que eso conlleva.
Podremos elegir entre una gran cantidad de países, desde pequeños principados que conformarían la actual Alemania, hasta grandes imperios como el de la dinastía china de Ming, pasando por muchos pueblos tribales de África o de América.
En el caso que juguéis con un país europeo, las posibilidades van más allá, ya que existen otras formas de gobierno más allá del nacional, como son el Sacro Imperio Romano Germánico, o el Papado, quiénes podrán aliarse un montón de pequeños estados y las grandes Austria y Bohemia contra ti en el caso del Sacro Imperio, o podrán excomulgarte en el caso del Papado, lo que conlleva graves efectos a las relaciones con otros países, así como a la estabilidad del tuyo.
También existen otras muchas maneras de jugar, ya que puedes dedicarte a la anexión por la fuerza y declararles la guerra a todos vecinos, lo que es factible si tienes un ejército lo suficientemente poderoso como para hacer frente al otro país; pero sino quieres que la relación de otros países sea lastimada, tendrás que tener una razón para declararle la guerra.
Además de la guerra existen otras muchas formas de ampliar nuestras fronteras, como son los matrimonios reales, con los que podremos heredar un país, el colonialismo, o la anexión pacífica a través de vasallajes.
Con este juego, aparte de controlar un país con lo que ello conlleva, podremos cambiar la historia como a nosotros nos guste, pudiendo aniquilar por completo a los ingleses jugando con una nación irlandesa, por ejemplo. La verdad es que sus posibilidades y sus modos de juego son muy elevados.
Yo lo recomiendo para todos aquellos a los que les gusten los juegos de alta estrategia, y aparte les gusten los temas históricos y quieran involucrarse un poco en ella ^^
NOTA: 7.5/10
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