Título:
Las ranas también se enamoran
Autora:
Megan Maxwell
Editorial:
Versátil
Encuadernación:
Tapa blanda con solapas
Año
de publicación: 2011
Páginas:
384
Precio:
15,90 €
Sinopsis:
Él
no quería compromisos, ella tampoco,
pero
el destino se empeñó en llevarles la contraria.
Marta
Rodríguez es una joven y divertida madre soltera que conduce una
Honda CBF 600. Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola Herrera,
donde hace un poco de todo. Pero la vida de Marta, y su entorno, dará
un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez,
un empresario inglés, serio a la par de sexy, se cruce en su camino.
¿Qué
será Philip, una rana o un sapo más en el gran charco de la vida?
Opinión
personal:
Es
de bien nacido ser agradecido, así que lo primero de todo, gracias a
la editorial Versátil por ceder el ejemplar para sorteo. El día 12
de octubre se anunciará al afortunado que se llevara este ejemplar.
Es una séptima edición (Megan Maxwell vende mucho) firmada por la
autora (no está dedicado a nadie en especial).
No
es el primer libro de Megan Maxwell que leo pero, en mi opinión, son
tan similares que no puedo evitar compararlos y pensar que se plagia
a sí misma. Pero sería injusto, porque sus historias (el argumento,
se entiende) son muy originales, aunque flojea, y mucho, con los
personajes. Pero cada cosa en su momento.
Como
buena novela romántica, tenemos a Marta que, cansada de no encontrar
a su príncipe azul, decide conformarse con ranas (de usar y tirar,
más o menos) antes de tener que soportar un sapo asqueroso como su
ex. Y así, siguiendo esta línea, Marta conoce a Philip, su rana
inglesa. ¿Cómo es su primer encuentro? Pues no muy agradable, ya que cada uno tiene su temperamento. Tienen varios encuentros, o
desencuentros, en los que ni uno sale bien parado a ojos del otro.
Marta piensa que Philip es un estirado y Philip que Marta no tiene
educación. Lo cierto es que yo le doy la razón a Philip... y a
Marta, pero el tiempo pone las cosas en su lugar y se dan cuenta de
que el otro también tiene virtudes, no solo defectos. Y que las
ranas también se enamoran.
Os
diré a aquellos que no hayáis leído ni un libro de Megan que el
título siempre está incluido en la novela, es decir, una frase de
la novela es el título. Digamos que la frase más representativa de
la esencia de la novela, y en ocasiones la más repetida, es el
título de la misma.
—¿Sabes, Marta?
—¿Qué?
—A veces, las ranas también se enamoran aunque no digamos cosas tan maravillosas como las que dice en las películas tu maravilloso Dermot Mulroney, ¿habías pensado en ello?
Y
pasando a la disección del estilo Maxwell de narrar, diré que es
fácil comprender porque gusta tanto y vende esta autora. Su estilo
es divertido, muy cercano y coloquial; fácilmente puedes
identificarte con la protagonista y su entorno ya que es una mujer
como otra cualquiera, amante de las motos y el Atlético de Madrid. De hecho, Marta es una chica de barrio con una infancia bastante dura, y es encomiable cómo luchó y logró estar donde está ahora. Está íntegramente escrito en tercera persona, por lo que el punto de vista puede rotar fácilmente entre los dos protagonistas y así el lector (osea, nosotros) puede percibir mejor la totalidad de la historia. Por otra parte, la música está bastante presente en la novela; a Marta le gusta tanto bailar como cantar mientras que a
Philip le horroriza moverse por la pista de baile (con lo que se gana
el apelativo de soso). Y tiene escenas subidas de tono (y bastante descriptivas), aunque no es erótica, como Pídeme lo que quieras (y sus dos secuelas).
Pero
mi sed de perfección tiene que sacarle defectos. Punto uno, el único
personaje que he visto evolucionar y cambiar realmente, ha sido
Vanesa, la hija de Marta. Como buena adolescente, no escucha a su
madre y la pone en más de una situación comprometida, pero madura
al final y deja de comportarse como una niña caprichosa y malcriada
(más vale tarde que nunca). Punto dos, el carácter irreflexivo de los personajes, la mayor parte de ellos actúa como si pensara que es mejor pedir perdón que permiso. Yo no estoy en contra de que haya personas que actúen antes que piensen, cada uno es como es; lo que hecho en falta es un personaje que equilibre la balanza, como un Pepito Grillo, o algo así. En ese sentido, para mí la novela de Megan con más riqueza de personajes es Te lo dije. Punto tres, Adrian y la escasez de comas que sufre esta novela (sobretodo
con los vocativos). No me voy a meter con Adrian como personaje, si no con su nombre, porque... ¿en qué idioma está escrito para no llevar tilde? Supongo que carece de importancia el puntillismo
sobre estos dos errores, uno ortográfico y otro gramatical, ya que
esta novela está orientada a personas adultas, ya formadas, y que
supuestamente saben escribir correctamente y no se van a ver
influidas. Pero sinceramente, me molesta en grado sumo como vamos
permitiendo que nuestra lengua degenere. De la misma forma que está
degenerando nuestra cultura y nuestra sociedad, así que tampoco es
tan sorprendente.
En
definitiva, tres defectos que le encuentro a esta novela, y uno de
ellos no cuenta como tal porque seguro que poca gente se da cuenta de
ello. De hecho, es la segunda vez que me leo la novela y la primera
vez no fui consciente de ello. Y los dos primeros se pueden hacer uno bajo la idea de que los personajes no están muy bien trabajados. Así pues, si quieres empezar a leer
las obras de Megan Maxwell, esta es una buena novela. La historia es original dentro de lo que
se puede esperar de una novela romántica. Me gustó especialmente la
forma en que surgen los malentendidos en la relación de la pareja
protagonista; suceden de una forma muy natural y para nada forzada. Y
para mí, la mejor es escena es cuando el calvo y la culona
se conocen.
Me
gustaría ponerle nota, pero no sé qué nota darle. Oscilo entre un
Aprobado y un Notable, pero reconozco que estoy influenciada por
otras obras de Megan y, francamente, pienso que lo puede hacer mucho
mejor. Porque flojea, y mucho, con los personajes. Pero ése es otro
tema, así que... hasta la próxima.
He leído muchas reseñas de este libro y de libros de esta autora pero creo que sólo he leído uno, Los príncipes azules también destiñen, y la verdad es que no me terminó de convencer pero quiero darle una oportunidad más.
ResponderEliminarCon Megan Maxwell tengo una relación de tira y afloja. Me pasa como a ti, siento que sus libros son predecibles, lineales y que son calcos los unos de los otros, pero aún así sigo dándole oportunidades porque creo que es una autora con mucho potencial y que, si lo explotase y no se dejase guiar por el afán recaudatorio de las editoriales, podría llegar a hacer unos libros más profundos.
ResponderEliminarBesos!
Hola guapa!
ResponderEliminarEste fue el primer libro de Megan, y la verdad es que me gustó mucho. A la vista está, no me pierdo ninguno de sus libros XD Lastima que haya cosas que no te convencieran ;)
Un besote!
Todavía no he leído nada de esta autora aunque sí me apetece y este es de los libros que más me llama la atención, a pesar de esos peros que le has puesto
ResponderEliminarbesos
Tengo muchas ganas de leer algo de esta autora, quizás lea dentro de poco Los príncipes azules también destiñen.
ResponderEliminarBesootes y gracias por tu reseña.
Hasta ahora había leído que este era uno de los mejores libros de Megan. Si embargo tu opinión coincide directamente con la de una amiga que me asegura que tampoco es "tanto". Aunque siempre me ha picado...quiero darle una oportunidad :)
ResponderEliminarYo a Megan la he probado, pero sólo en romántica histórica xD
ResponderEliminarBesoooos =)
Yo la empecé y la abandoné (con unas 100 páginas leídas). La odié, en serio: no me pareció nada divertida, me sacaba de quicio tantas expresiones coloquiales/de barrio/andaluzas exageradas, la personalidad de Marta y sus amigos, las situaciones que vivían, la forma tan absurda que tuvo la prota de relacionarse con Philip desde un principio... es que no salvo nada. Bueno sí, la portada. Por suerte lo saqué de la biblio y no me gasté dinero, sino, me hubiese dado cabezazos contra la pared. Por mi parte, no creo que vuelva a probar nada de esta autora, y es una pena porque como bien dices, en general gusta mucho... pero o bien el chick-lit no es para mí, o bien la forma de escribir de Megan y yo somos incompatibles...
ResponderEliminarUn besito!
Para mí Megan Maxwell no es una autora de la que haya leído o vaya a leer nada, no por nada, sino porque no me atraen sus novelas. Quizás algún día me anime con una, pero por el momento no.
ResponderEliminarEsta en concreto me parece una historia entretenida sin más, y con los fallos que dices que tiene, pues echa para atrás.
Me llama bastante el libro, pero antes me gustaría probar con otros de la autora y si me convencen pasaré a este ^^
ResponderEliminarHe leído algunas novelas de Megan Maxwell pero esta no. Me han comentado que muchas novelas suyas son muy parecidas y que esta es una de ellas, así que coincide con tu opinión al respecto. Supongo que poco a poco iré leyendo todas las novelas de la autora (de hecho, estoy apuntada al sorteo :P) pero no quiero leerlas todas de un tirón, sino ir dejando pasar el tiempo para no saturarme
ResponderEliminarSaludos
Pues a ver si me toca y puedo opinar jaja. La portada me hace mucha gracia, y por una vez que me animo con uno de amorcete, espero que no decepcione.
ResponderEliminarUn besito guapita ^^
Tengo ganas de leer este libro, me llama mucho la atención.
ResponderEliminarUn besito ^^